Se ha dicho ya miles de veces, se han vertido ríos de tinta sobre la necesidad de tener un Plan de Ciudad, de prestar más atención a los vecinos del casco, haciendo una ciudad más amigable para ellos, y al casco mismo como núcleo central de la identidad de los toledanos, y que todos queremos disfrutar; de sus calles, de sus actividades culturales, de las tiendas, de las tapas en los bares, aunque cada vez resulta más difícil. Es cierto que no hay que olvidarse de la importancia económica del turismo, pero este debería supeditarse siempre al bienestar de los ciudadanos locales, en un equilibrio que hoy parece estar roto a favor de los foráneos. La vida que proporcionan los vecinos a la ciudad es la que, al mismo tiempo, proporciona autenticidad al monumento, la que lo aleja del tan temido escenario de cartón piedra que amenaza en convertirse, y la que valoran los viajeros que realmente aman conocer. Es posible compatibilizar ambos aspectos, y que los vecinos puedan vivir allí, a precios razonables, hacer la compra, o tener servicios del siglo XXI.
Es necesario, más que nunca, en estos momentos de crisis, para que no nos arrastre la vorágine de la recuperación económica del todo vale, de las viejas recetas basadas en el turismo masivo y el ladrillo, tener un plan de ciudad global, del centro histórico y de todos los barrios, en el que la calidad de vida de los vecinos, basada en el disfrute de entornos agradables, con espacios abiertos y naturales dentro de la ciudad, sanos, sin contaminación, y sostenibles, y en armonía con los restos del pasado.
Se han dicho muchas cosas, se ha soñado la ciudad con el corazón, se la ha pensado en cien años, se la ha estudiado, del derecho y del revés, se ha analizado qué necesita para estar viva, por personas que amaban y/o aman la ciudad, comprometidas, personas realmente sabias, como Juan Sánchez Sánchez, y otros, y, ¡qué poco se les ha escuchado!
En este sentido, no sobra, sino que es necesario, que se siga alzando la voz, que se siga reclamando una ciudad para soñarla, pero sobre todo para vivirla y sentirla. Os dejamos el artículo de Ana Nodal de Arce, "Reinventar la ciudad", para que no se nos olvide que la ciudad es nuestra, y todos tenemos que aportar nuestras ideas para mejorarla, y estas deberían ser tenidas en cuenta.
Pulsa en la imagen para leer el artículo en "La Tribuna de Toledo"
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