Lo que decía ICOMOS, en 2006, en relación al previsto POM, las obligaciones adquiridas por España al ser Toledo declarada Patrimono Mundial, y los paisajes toledanos, en especial Vega Baja

Pulsando en la imagen se tiene acceso al informe completo de ICOMOS
En el año 2006 nos encontrábamos en pleno terremoto en relación a Vega Baja, y su puesta a disposición del ladrillo. Las excavadoras habían entrado al yacimiento gracias a dos modificaciones (la 11 y la 20) puntuales que habían eliminado las protecciones que para este espacio había establecido el PGMOU 1986, recogiendo lo que se decía en normas anteriores.  De esta forma, una zona que había permanecido protegida desde la declaración de la ciudad de Toledo como Monumento histórico-artístico, ahora, estaba siendo urbanizada, a pesar, de que, desde tiempos remotos, pero especialmente desde las prospecciones realizadas en el año 2001, se conocía que el potencial arqueológico del terreno era algo excepcional. 

Al mismo tiempo, la inclusión de la ciudad de Toledo en la lista del Patrimonio Mundial, establecía ciertas obligaciones en relación con la contemplación de la ciudad desde fuera, y la integridad del paisaje circundante, en forma de la conservación de unos conos visuales, que incluían las vegas del río, y que fueron recogidas, incluso, en el Plan Especial del Casco Histórico de Toledo, en fecha tan avanzada como 1997. Sin embargo, todos esos compromisos adquiridos se pretendían ignorar, y hacer oficial ese cambio de opinión en el Plan de Ordenación Municipal que se estaba redactando (al final se aprobó el POM 2007, aunque en el año 2018 fue anulado por la justicia), pero sin citar en ningún momento las obligaciones que fueron contraídas, en su momento, por los gobernantes toledanos, castellano-manchegos y españoles. 

Grupos de ciudadanos, asociaciones, instituciones, la prensa, y organismos nacionales e internacionales protestaron ante el espolio que se pensaba, o se estaba cometiendo. En este contexto se produce una visita a la ciudad de responsables de ICOMOS, antes de que se tomara una decisión política sobre el espacio. 

En el año 2006, el gobierno regional paralizó el proyecto urbanístico de Vega Baja. En el año 2008 se declaró el espacio afectado por el proyecto como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica. Aunque sabemos que dicho BIC está mal definido, y que carece de área de protección, lo que ha permitido, desde entonces, pegar impunemente bocados al yacimiento arqueológico, la ciudadanía pensaba que Vega Baja (el yacimiento declarado) estaba a salvo.

Durante más de 13 años, desde la declaración BIC, la administración regional, responsable de la tutela del patrimonio histórico, no ha hecho nada con respecto al yacimiento. No ha elaborado ningún plan de conservación, recuperación, puesta en valor. Tampoco ha difundido el conocimiento que custodia en forma de memorias de excavaciones arqueológicas sobre este espacio, en una actitud de opacidad, que va en contra del carácter de dominio público del patrimonio arqueológico, y por lo tanto de la información que emana de él. Por su parte, el Ayuntamiento de Toledo, obligado a redactar un Plan Especial según la legislación existente, tampoco ha hecho nada. Uno y otro, han hecho dejación de sus funciones, parece que con la esperanza de que los ciudadanos nos hartemos de ver Vega Baja en la lamentable situación en la que se encuentra, y consintamos en que se haga cualquier cosa.

Hasta hace relativamente poco, la ciudadanía de Toledo estaba totalmente tranquila en relación a la conservación del yacimiento. No podían pensar que iba a suceder lo que está sucediendo. Una vez anulado el POM 2007 por la justicia, la ciudad ha caído en el PGMOU de 1986, y con él en las modificaciones puntuales 11 y  20 que eliminaron, como vimos, las protecciones que hasta ese momento había tenido Vega Baja. Para que no hubiera duda de la intención de la administración municipal y regional, se ha aprobado una nueva modificación puntual de ese plan de más de treinta años, para refundir, actualizar, y legalizar todos aquellos proyectos de actuación urbanística,  que durante el tiempo en que estuvo activo el POM 2007, se habían iniciado, o estaban proyectados. Es decir, mediante esta modificación puntual, se vuelve a recuperar, en muchos casos, lo que decía un Plan que había sido anulado por la justicia, y con él la construcción de más de 1.600 viviendas y usos terciarios (hoteles, centros comerciales, equipamientos, aparcamientos, cuartel de la Guardia Civil) en Vega Baja, Circo Romano y Cristo de la Vega.

Para que no se nos olvide, por el daño que esto supone al patrimonio y a los paisajes de la ciudad, especialmente al casco histórico, y su declaración como patrimonio mundial, pero especialmente a los vecinos de la ciudad, en relación a la pérdida de calidad de vida, al transformar un espacio, que debía ser de ocio y esparcimiento, relacionado con el disfrute del medioambiente y la cultura, y por qué no, de dinamización turística de este espacio, quitando así presión sobre el Casco Histórico, en un barrio más de bloques de viviendas y centros comerciales, sin identidad alguna, os traemos aquí la nota de prensa que emitió ICOMOS, en mayo de 2006, tras su visita a la ciudad.