Museo Arqueológico de Toledo. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?


Isabelo Sánchez Gómez
Licenciado en Geografía e Historia

Muchos toledanos no podemos entender que en nuestra ciudad no exista un museo
Portada Guía Museo Arqueológico de Toledo
(1957)
arqueológico acorde con nuestra rica historia. Son muchas las ciudades, incluso pueblos, que cuentan con su museo arqueológico o museo de la ciudad. De igual manera, los visitantes, se asombran de no poder encontrar un espacio expositivo en el que  hacerse una idea general de la historia de la ciudad, o la provincia. Por eso, lo que se llevan a sus ciudades o países de origen, son retazos de historia inconexos, inexactos o tergiversados, flotando en un caldo de magia, leyenda y fantasía, a veces muy lejos de la realidad, como si volvieran de visitar la legendaria isla de Ávalon. Cómo puede entenderse nuestra ciudad sin un museo arqueológico decente.

La historia del museo que debería ser el más importante de Toledo, el de Santa Cruz (pero que no lo es porque en número de visitas se encuentra muy por detrás del Museo del Ejército, el Sefardí o el de El Greco) ha sido muy azarosa. El museo tiene sus orígenes en la colección arqueológica del Cardenal Lorenzana, y poco a poco se fue enriqueciendo con las desamortizaciones de principios del siglo XIX, la acumulación de objetos por parte de la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, y su paso por el Convento de San Pedro Mártir, el Monasterio de San Juan de los Reyes, hasta recaer, en 1919, en el Hospital de Santa Cruz, donde fue ubicado, provisionalmente, mezclando materiales arqueológicos y obras de arte, sin ningún criterio,  en la planta alta del ala izquierda, el vestíbulo general de ingreso al edificio, y la escalera de acceso a la planta principal.

Museo Arqueológico Provincial 1930. Autor. Arturo González Nieto. Archivo Municipal de Toledo

Las colecciones habían sufrido múltiples daños y pérdidas durante estos años, debido a las malas condiciones de conservación, la disgregación de los fondos entre varias instituciones, y por último, cuando ya había sido ubicado en el Museo de Santa Cruz, por los efectos de la Guerra Civil, al quedar el edificio en primera línea del frente.  El museo había sido montado justo en 1935 en los espacios aledaños al claustro de Covarrubias, que acababan de ser restaurados, con la planta baja dedicada a la arqueología, la alta a las bellas artes, y los sótanos, inmediatamente debajo,  dedicados a almacenes.  El edificio, justo frente al alcázar, quedó en primera línea de fuego, y las naves donde se dispuso el museo aún más. Desde aquí, los milicianos asediaron la fortaleza, mientras desde la altura de aquella respondían al fuego, con disparos de fusilería y ametralladora, como todavía puede observarse en los impactos de proyectiles en paredes y ventanas, detrás de las cuales se encontraban las colecciones del museo.

Fachada actual del Museo. En la Guerra Civil el museo estaba en las salas que se encuentran inmediatamente detrás. Todavía hoy pueden verse impactos de bala en algunas de las piedras, sobre todo en la tronera abierta en la derecha de la imagen.

En 1956 se produce el primer intento serio de crear un espacio adecuado para establecer el museo, con criterios modernos. De ello se encargó la Dirección General de Bellas Artes, y la instalación museográfica fue encargada a Manuel Jorge Aragoneses, que intentó realizar un montaje atrayente para el público en general, con  instalaciones para atender también a los estudiosos. Las colecciones se dispusieron con un criterio cronológico, por lugar de procedencia, por las características de las piezas, o por tipo de objetos, intentando, al mismo tiempo, introducir en un contexto el hallazgo, por ejemplo, con un enterramiento pre-visigodo con materiales arqueológicos originales.  
Fondo Fotográfico Casa Rodríguez. El Ministro de Educación Nacional, el Director del Museo Manuel Aragoneses y el Conde de Vallellano, en la inauguración del Museo.

Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones 


Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones

Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones

Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones

Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones 

Fondo Fotográfico de la Casa Rodríguez. Museo  Arqueológico de Toledo. Salas de Exposiciones 

Museo Arqueológico de Toledo. 1958 . Guía del Museo Arqueológico de Toledo

Museo Arqueológico de Toledo. 1958 . Guía del Museo Arqueológico de Toledo

La exposición de “Carlos V y su ambiente” en el IV Centenario de su muerte, que se instaló en el crucero, hizo ver la potencialidad de este para instalar allí la Sección de Bellas Artes. Hasta ese momento el museo se denominaba Museo Arqueológico Provincial, pero en 1961, mediante un Decreto del Ministerio de Educación Nacional, se creó el Museo de Santa Cruz. En estos años, y bajo la dirección del museo por parte de Matilde Revuelta Tubino (directora entre 1957 y 1987) asistimos, probablemente, al mejor y único momento en el que el Museo Arqueológico de Toledo mantuvo una exposición arqueológica más o menos completa. En esos años se produjo la consolidación y expansión del museo con sus filiales como el Taller del Moro, el Museo Ruíz de Luna, en Talavera, la Casa Museo de Dulcinea, el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda, el Palacio Museo de Fuensalida (hoy desaparecido), y en 1971 el Museo de Arte Contemporáneo de la Casa de las Cadenas.

                Pero no quiero ir más allá, me quedo en la exposición del Museo Arqueológico montada en las crujías del claustro de Covarrubias en 1956. Os dejo unas imágenes de la época (ver más arriba), y el enlace a la magnífica guía del Museo Arqueológico de Toledo de Manuel Jorge de Aragoneses, editada por la Dirección General de Bellas Artes en 1957 (pulsar en la imagen de la portada o en el enlace de más abajo). Sólo hay que echar un vistazo a sus páginas y pensar que en el momento actual no existe un Museo Arqueológico en Toledo, ni nada que se le parezca, para entender que en este aspecto, por lo menos, “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

¡Por un Museo Arqueológico de Toledo digno!

Bibliografía





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